La Abuelita Hipocondriaca

Continuando con la saga en la que hablo sobre mi familia… es tiempo de hablar, sobre mi otra abuela. ¿Se han dado cuenta que a las abus no se les puede decir “abuela”? No sé ustedes, pero a mis abuelas no les puedo decir abuela sin recibir después una mirada de desprecio que podría decapitarme. No entiendo, por qué las abuelas detestan tanto esa palabra. Siempre preferirán que las llamen “MAMI”… En fin.

Continuando con lo de mi abuela hipocondriaca. Bueno, mi abuela paterna dista mucho de mi abuela materna. Ella siempre ha sido muy independiente, digamos que nunca fue la mujer detrás de… ella siempre fue la mujer que estaba delante de… La autoridad de mi abuela se veía resaltada por el silencio de mi abuelo. Yo soy testigo de que él fue un hombre muy callado y paciente, muy paciente. No existía otra manera de soportar las ocurrencias de mi abuela.

Todo el tiempo he dicho que mi abuela no acepta que ya tiene más de ochenta años. Que si le duele un pelo….uffffffff, no!!!! Radiografía!!!!!! Y no es que yo sea una exagerada, pero mi abu, siempre nos sale con cada cosa. Hace un par de meses dijo que quería operarse los ojos con laser para recuperar su visión de cuando tenía veinte años. La operaron, se supone que ese tipo de operaciones duran poco y que las personas pueden salir caminando solas e ir a descansar a sus hogares, claro está, deben prohibirse de ciertas cosas, pero no es algo como para quedarse en cuidados intensivos.

Lo cierto es que el descanso post operatorio de mi abuela fue todo un suplicio (debo aclarar que lo que narraré a continuación pasó tiempo después de que el doctor la declarara de alta, es decir, después del tiempo exigido de recuperación de una intervención ocular). Para empezar, no se sacaba para nada unas enormes gafas que la hacían ver como la mosca Tsé Tsé; no salía por nada del mundo de su casa….que si ¿abuelita vienes a comer a la casa? No sé hija, depende, a la hora que se oculte el sol voy… Claro, te esperaré hasta las tres o cuatro de la tarde. Si conseguíamos sacarla de la oscuridad de su casa, solo era bajo una serie de parámetros que ella con su amplia experiencia en medicina imponía… Y así, pasó el tiempo, según el médico que la atendió, ella ya podía seguir normal con su vida. Sin embargo, para la abu, el médico no tenía razón; empezó a tener misteriosos mareos, dolores de cabeza, la vista se le nublaba, estos síntomas hicieron que creyera tener un tumor cerebral… Después de una serie de exámenes, descubrimos que todo era producto de la edad. Aunque yo manejo otra teoría: para mí, la abuela está desarrollando enfermedades con el solo poder de su mente.

Yo ya estoy acostumbrada a escuchar sus nuevas enfermedades descubiertas y diagnosticadas por ella misma. No obstante, no estaba preparada para lo que la escuché decir hace unas semanas. Ha decidido levantarse los párpados y volver a operarse los ojos, porque “el inepto del doctor no le ha dejado una visión de 20/20”. Me he quedado sorprendida, pero estoy segura de que si logra realizar sus operaciones (lo cual es muy probable, conociéndola), dentro de poco se hará la lipo (escribo en serio). Hay la abuela, quiere sentirse como una jovencita, creo que va al médico tres o cuatro veces a la semana…