viernes, 14 de agosto de 2009

El Matrimonio al que Asistí –I-



Debido a mi gran haraganería y a mi falta de entusiasmo, no he escrito hace mucho tiempo. Sin embargo, ya es hora de seguir con esta saga, la cual abandonada estaba.

DE LA MÚSICA EN LOS MATRIMONIOS.


Siempre he asistido a colegios extremadamente católicos, de esos que te obligan a ir a misa todos los domingos y a presentar una reflexión sobre el evangelio semanalmente para el curso de religión. No es que esté yo muy vieja, pero, abandoné mi época escolar en el 2007 y desde esa fecha, la iglesia y las misas se han convertido en algo lejano y muy olvidado. No obstante, hace algunas semanas asistí a un matrimonio y me vinieron a la mente aquellas mañanas, tardes o noches, todo dependía de la hora programada por el colegio, de misas.
Esta entrada está dedicada a la música que escuché esa noche de sábado (= matri-suicidio) y los cambios que estas misas han tenido con el paso del tiempo. Cuando estaba en el colegio (estoy escribiendo como si eso hubiera sido hace mucho), siempre nos repartían (cada cierto tiempo) un cancionero acorde con las celebraciones de cada mes, pero solo las alumnas del coro debían aprendérselas, las demás (cuyas melodiosas voces fueron rechazadas o simplemente nunca intentaron ingresar al coro – al final de cuentas, ese era un taller muy tedioso) solo debíamos simular que cantábamos, de todas maneras nuestras voces eran opacadas por las de las chicas del coro. Como sea, no me acuerdo muy bien de las canciones, mas puedo asegurar, sin temor a equivocarme, que NUNCA, JAMÁS (por lo menos en mi estancia en el colegio) escuché una adaptación de los Beatles o de los Bee Gees en misa alguna (celebrada en las instalaciones del colegio). Todo lo contrario, las canciones siempre fueron muy sacras, muy al estilo “Ave María” de Schubert (dependiendo de la capacidad vocal de “las chicas del coro”).
No puedo dejar de recordar que desde el Concilio Vaticano II (anunciado en 1959) las cosas en la iglesia han cambiado bastante. Las misas dejaron de ser dadas en latín, los celebrantes empezaron a darlas mirando al pueblo y un largo etc, etc, etc. El tiempo cambia las cosas. Con esto, no quiero decir que lamento que las canciones hayan cambiado, para nada, todos somos muy libres, debemos ir evolucionando, no nos podemos quedar con esas costumbres tan arcaicas (sin intenciones de ofender a nadie).
SIN EMBARGO (me encantan esas palabras), de vez en cuando me llega una cadena (siempre la misma) con una lista de las celebridades que se atrevieron a “retar a Dios y terminaron mal”, el nombre que se quedó en mi mente fue el de Jhon Lennon, cuando dijo: “somos más famosos que Jesucristo”; después de esta frase, sigue un pequeño párrafo que asegura que fue por esta controversial frase que Lennon murió asesinado. Pero, cómo negar que de alguna manera los Beatles son más famosos que Dios, cuando los miembros del coro de una iglesia creen que las canciones de este grupo son mejores que las sacras y por eso han adaptado temas tan famosos como: Yesterday, Let it be o Something.
Es como todo (como dice la Chimultrifia), las cosas cambian, y conforme van cambiando le dan la razón a proposiciones que anteriormente fueron acusadas de blasfemias o cosas semejantes. Lo único que demando es que después de haberles dicho que la música de los Beatles es una de las más interpretadas en las iglesias, no me vengan con semejantes tonterías como que a Lennon lo asesinaron por ser ateo.

PD: Otras de las canciones que escuché esa noche fueron:
- Vivo por ella
- How deep is your love
- El sol no regresa
- Si fuera ella.