He leído algunas publicaciones sobre la furia, ira, cólera, frustración y otros temas relacionados. El punto es que en este tipo de circunstancias lo único que YO deseo es gritar (nótese YO, porque no sé que tipo de reacción puedan tener ustedes), sí, gritar y liberar toda esa furia que siento, pero (siempre existe un pero) no puedo, ¿por qué? Por muchas cosas, primero debes pensar si matarías a alguien en caso grites las verdades que quieres gritar (sí, cuando es a algún enfermo cardiaco o algo parecido debes abstenerte). Luego está el hecho de tener remordimiento o cargo de conciencia, la conciencia muchas veces puede llegar a ser nuestra enemiga. Sin embargo, en muchos casos es aquello que nos frena ante tentaciones dañinas. Sea la razón que sea, siempre (de alguna manera) existe algo que nos impide articular un grito, un grito que nos liberaría.
Hace unas semanas, salí con unas amigas del colegio (sí, esas con las que siempre peleas pero a las que por alguna extraña razón no puedes odiar). Una de ellas insistió en que debíamos entrar a cierto túnel del terror que se encuentra en cierto centro comercial de cierta zona de mi querido Trujillo. Después de los cinco primero minutos no paré de gritar, no porque sea una miedosas (mentira, sí lo soy), bueno, lo soy, pero no era para gritar tanto (excepción el último cuarto, en el que “enfrente uno de mis miedos más profundos”), lo hice porque hace mucho que me siento frustrada por muchas cosas y con algunas personas que he debido aceptar entren a mi tranquila y común vida y que se deben quedar hasta que la muerte de nos separe (¡qué mala soy!...juajua...). Lo cierto es que pude liberar grandes cantidades de esa frustración en ese túnel que muchos consideran: “No da miedo”, “es una cochinada”, “he visto y entrado a mejores”. No te debe dar miedo para que grites, yo solo lo hice y la gente no me quedó viendo como si fuera una loca, cosa que sí hubiera ocurrido si hubiera gritado en otras circunstancias, la gente no te juzga de loco por gritar en esos lugares, todos gritan, porque se supone que está fabricado especialmente para hacerte gritar. Lo mismo ocurre con las montañas rusas, barcos piratas, y esas clases de “juegos”.
Yo creo que todos ellos fueron elaborados para ayudar a que las personas liberen un poco de furia, frustración, ira…etc. Pues si quieren gritar, vayan a ese tipo de lugares y nadie les dirá NADA por haberlo hecho.
3 comentarios:
AAAaaaaaaaaaAAAAAAAAAAAAAAAAaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa...mmm a veces no viene mal un grito, te ayuda mucho o bueno para mí sí! lo malo está que cuando quieres , deseas con todo tu corazón dar ese "gritito" te encuentras en un lugar público , en el que si lo haces te tildan de loca o simplemente asustas a alguien que en ese momento está a tu lado y también grita contigo jajaja...en mi pensión la cosa es distinta , todas las chicas gritan , es más , ya es normal escuchar una llamada a un alto volumen, desdichadamente para nuestros vecinos , no les queda otra que aguantarnos , ya que no creo que se muden...debo confesar que al principio me chocó , pues llegaba de un lugar más silencioso que un convento, sí , mi casa...pero mi hermana hizo que me resignara y se formara en mí una costumbre , sólo me dijo: "acostúmbrate , aquí todos gritan, el silencio en la pensión , no existe!"...con eso me dijo todo y yo terminé acostumbrándome....Ana Rita gritemos , gritemos!!!!!!!
Gritaremos Fátima.....
Ahhhhhhhhhhhh.....
Gritaremos Fátima.....
Ahhhhhhhhhhhh.....
Publicar un comentario